Trastorno obsesivo compulsivo El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por (1) pensamientos o imágenes recurrentes no deseadas e intrusivas, y / o (2) pensamientos o comportamientos que se completan para reducir la angustia asociada con pensamientos e imágenes no deseados recurrentes. La mayoría de los niños y adolescentes (90%) que tienen TOC tienen obsesiones (pensamientos intrusivos) y compulsiones (comportamientos ritualizados destinados a reducir la angustia), incluso si es difícil de reconocer inicialmente.
Las obsesiones comunes incluyen: preocuparse de que uno esté sucio o contaminado, sentirse inseguro de que una tarea se haya completado o completado de manera apropiada, estar agobiado por una duda excesiva y persistente, experimentar imágenes persistentes que el niño/a siente que son inaceptables o fastidiosas, y sentirse incómodo/a por qué las cosas simplemente "no están bien" u ordenadas incorrectamente.
Las compulsiones comunes incluyen: lavado excesivo o repetido (manos, ropa, etc.), control excesivo o repetido para asegurarse de que una tarea se haya completado o no (asegurarse de que la tarea esté en la mochila, verificar que una luz esté encendida o apagada, etc.), buscar la seguridad excesiva o repetida de otros de que los temores de uno no se harán realidad (por ejemplo, que un ser querido estará a salvo, que su tarea se completó, que la alarma está configurada correctamente), o haciendo cosas o comiendo alimentos en órdenes o modales muy particulares y rígidos.
Cuando las obsesiones o compulsiones consumen mucho tiempo (> 1 hora por día) o causan angustia o deterioro clínicamente significativos, puede justificarse un diagnóstico de TOC.
El TOC puede estar asociado con un deterioro considerable de la vida, una calidad de vida reducida e interferencia con el funcionamiento de la familia, la escuela y los compañeros. Si cree que su hijo/a puede sufrir TOC, llámenos al 305-348-7836, o envíenos un correo electrónico a mint@fiu.edu. ¡Podemos ayudar!